“La fama es una gran mentira. Y quienes la conocemos vivimos en una burbuja. Después depende de cada uno poder mantener esa burbuja sin que se levante tanto del piso, para que cuando se rompa, el golpe no sea tan fuerte”, compara Diego Leonardi. Y enseguida reconoce que en algún momento seguramente tuvo una “pequeña actitud de famoso”. Pero la justifica: “Es imposible que no te pase cuando salís a la calle y cada persona que se te acerca te dic:e ‘Sos un grande”, cada vecino te dice ‘sos un grande’, viene el perro y te dice ‘sos un grande’… Llega un momento en que se te empieza a volar la cabeza. Pero depende de uno no dejarla volar demasiado”.
Esteban asiente con la cabeza al escuchar la teoría de la burbuja. “Para mí la fama no es ni más ni menos que una oportunidad, que te abre puertas y te acerca a lo que buscás para tu vida, pero después queda en uno saber aprovecharla o dormirse en los laureles. Y para eso es clave acordarse siempre dónde estábamos a principios de año, para valorar lo que conseguimos”.Marianela, la ganadora con más votos en la historia del juego (exactamente 1.566.319), le escapa a un análisis de la fama. “Yo la disfruto al máximo, porque sé que el día de mañana se puede acabar. Por suerte el cariño que me demuestra la gente me estimula a seguir. Ojalá dure toda la vida”, comenta la tucumana, 100% espontánea, como lo fue dentro de la Casa.
Claro que la fama también tiene su costo. “Lo malo es que estás más expuesto al qué dirán. Porque si vas por la calle y no devolvés un saludo ya piensan que te la creíste, cuando en realidad quizá ni viste a la persona”, explica Diego, con cierto enojo por tener que vivir esas situaciones.
Esteban otra vez está de acuerdo. “Los primeros días después de salir de GH, algún que otro amigo que me llamó por teléfono, y al que no podía atender, me dejaba mensajes en el celular diciendo: “¿Qué pasó, te agrandaste?”. Pero ahora que fui a Santa Fe y los encontré, se dieron cuenta de que sigo siendo el mismo de siempre”.
Marianela, fiel a su estilo, no se hace drama por estar expuesta a las miradas de terceros. “Yo sigo siendo la misma que era en Tucumán. Mis vecinos se ríen, porque a veces tengo que bajar a comprar algo, y si no tengo ganas de cambiarme, salgo en ojotas y con la parte de arriba del pijama, como si nada. No me da vergüenza, porque la gente ya me vio en situaciones peores en la Casa”.
El futuro es hoy. Ellos no quieren que en unos años haya que buscarlos en el Google para saber qué es de sus vidas. Al contrario, quieren aprovechar este presente para cambiar el futuro. Diego se convirtió en cantante de música tropical y firmó contrato por tres años con Leader Music, durante los cuales editará tres discos (el primero, El sueño del pibe, ya está en la calle). “Sé que la popularidad me ayuda un poco, pero la música tropical es un terreno totalmente distinto al de la televisión, y hay que remarla desde abajo como cualquier otro grupo”.
Esteban Bam Bam es muy requerido para presentarse en boliches. Y a pesar de tener pocos días fuera de la Casa, ya le ofrecieron sumarse a una obra en Carlos Paz: “No acepté porque el papel era muy chico, y me obligaba a quedarme toda la temporada allá, entonces no me convenía”.
Male es quien más ofertas recibió. Estará en Carlos Paz junto a Carlos Sánchez y Beatriz Salomón, además hace un mes y medio que ensaya para Patinando por un sueño 2, y en marzo se sumará al staff de una agencia de modelos, tras desvincularse de Ricardo Piñeiro. “Siempre me consideré una persona versátil. Pero me gustaría profundizar mi carrera en la actuación”, cuenta ella. Mientras tanto, la burbuja sigue avanzando…
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