La primera expulsada de GH 5 había entrado a la Casa condicionada por lo que pudiera pensar su abuela, quien la crió desde pequeña. Pero al tercer día abandonó sus discursos de moral, y se animó a empezar una relación con Darío. Sin embargo, dice estar defraudada por el ninguneo del marplatense durante la Gala: “No creo que pase nada más afuera”, aseguró ella.
Parecía que habían entrado 18 participantes. Pero no. Esta vez, a la casa de Gran Hermano“ataque de moral”, como lo calificó Jorge Rial en la Gala de Nominaciones.
–¿Te arrepentís de la nominación espontánea?
–Sí. Sé que me jugó en contra, porque a la gente no le gustan ese tipo de actitudes. Además, ni Andrea ni Florencia tenían la culpa de nada. Fue más por un mambo con mi abuela que arrastraba desde antes de entrar a la Casa. No quería que viera nada que le pudiera molestar. Y como pensaba que ellas me iban a nominar, fue como una manera poco feliz de defenderme.
–¿Cómo tomó tu abuela tu ingreso a Gran Hermano?
–Bien, pero me dio una serie de prohibiciones: ni hablar de tener sexo, no ser guaranga al hablar, y no pasearme en ropa interior. De hecho me compró unos culotes enormes. Me dijo: “¡No se te ocurra ponerte una tanga porque apago la tele y te voy a buscar!”.
–¿Por qué cambiaste de actitud cuando quedaste nominada?
–Porque presentía que podía irme.Entonces me relajé y dije ‘ahora voy a ser yo’. Por lo menos quería que el público me conociera realmente como soy.
–¿Entonces, la Jordana de los primeros dos días no eras vos?
–En realidad sí. Mi esencia está en la base que me dio mi abuela, pero ahora llegó el momento de largarme sola. Ya soy una mujer, y esta experiencia de Gran Hermano me ayudó a hacer el corte que necesitaba.
–Cuando te olvidaste de tu abuela, te permitiste estar con Darío. ¿Qué balance hacés de tu relación con él?
Digamos que no me gustó mucho el comentario que hizo en la gala, cuando Jorge (Rial) le preguntó por nuestra relación, y dijo algo así como: “Y bueeeno… esta mina se me tiró y no me quedó otra…”. No me pareció de caballero. Incluso, Cynthia me comentó que Darío había estado diciendo que yo estaba re embalada con él… ¡Chau! Si hubiera sabido eso antes, ¡chau!
–¿Te sorprendió lo que dijo?
–Un poco sí. Por lo que vi de él, parece una persona difícil de abrirse en el tema amoroso. Pero bueno, ya no creo que pase nada más con él fuera de la casa.
–¿Creés que Darío puede estar con otra chica en la Casa?
–Sí, totalmente. Así como puede ser que yo esté con otro chico afuera
–¿Te asustaste cuando viste que tu abuela no había ido a recibirte?
–Sí, pensé que estaba todo mal conmigo. Pero por suerte cuando hablé por teléfono con ella me di cuenta de que está todo más que bien. No sé quién habrá hablado antes con ella, pero tuvo un cambio de mentalidad impresionante. Estaba chocha. Hasta me dijo “ya me contaron que con ese chico no hubo sexo, así que todo bien
ingresaron 19. Claro, nadie contó a Hilda Garibaldi, de 77 años. Estaba escondida en la pesada valija de su nieta, Jordana (22), la primera en despedirse del juego por el voto popular. Y la ironía tiene un porqué: durante sus primeras horas de estadía, todo lo que hizo o dijo –o dejó de hacer– la quilmeña, estuvo condicionado a lo que podía llegar a pensar su abuela, que la crió desde los 5 años, cuando su mamá (María Fernanda) se fue a vivir a los Estados Unidos por trabajo. Por eso su insólita nominación espontánea de Andrea y Florencia, luego de que las chicas le hicieran una broma a Javi al prometerle tener sexo arriba de la mesa de pool.
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