Pasada la medianoche, llegó el momento en que Mariana y Damián debían cuidar la fogata. Ella estalló en llanto y se confesó ante el cartonero quién gentilmente le prestó su atención.
Ella manifestó su descontento para con sus compañeros. Mariana pretendía utilizar los primeros días de convivencia para sentarse, charlar y conocer a las personas con las cuál convivirá por varios meses; sin embargo, el resto de la casa prefiere pasar el tiempo jugando y divirtiéndose.
"Veo mal que busquemos siempre jugar, y no hablar. Buscamos juegos y no podemos hablar. Yo busco sentarme a hablar...", apuntó Mariana y agregó: "Yo ya sé quien me cae mejor que otros, pero está bueno hablar..."
"Yo aca no vine a buscar amigos, en cuatro meses no te haces amigos". Ella pretende tener una linda convivencia con todos y, solo en caso de que se de, poder sentar las bases de una futura amistad.
Más alla de las lágrimas en sus ojos reflejo de encontrarse lejos de sus seres queridos, la chica de Devoto le comentó a Damián que ella es muy débil y que siempre necesita apoyarse en otra persona. En este caso lo eligió a él, ya que fue la persona con la cuál ingresó al juego y con él se siente contenida.
Mientras tanto, Damián le daba ánimo y le aconsejaba ir a hablar con Gran Hermano para calmar sus ansiedades y sentirse un poco mejor.
Mariana sabe que puede ser una de las nominadas ya que la casa estuvo comentando sus momentos de soledad. Le gustaría ganar el juego, pero no se siente lo suficientemente fuerte como para hacerlo. En ese momento, puso sus fichas a su compañero y le auguró una larga estadía en la casa.
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