Entraron al Sum con actitud medida y parsimoniosa sin saber con qué se iban a encontrar. Lo primero que vieron fueron unas sillas y mesas ambientadas con velas. En medio de la penumbra y detrás de una mesa preparada para el show apareció Black el Mago.
Asombrados por la aparición repentina del personaje, y demostrando el grado de aislamiento que tienen a esta altura los muchachos, alguien dijo “Ay! Un ser humano!”.
Inmediatamente se sentaron y disfrutaron del show. Euge fue protagonista de una demostración en la que casi “pierde una mano” y no faltaron los clásicos juegos con cartas.
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