Con sólo 21 segundos para entrar al supermercado, Esteban y Soledad sólo pudieron sacar tres repelentes de mosquitos, hamburguesas, golosinas y helados.
Para peor, como tiraron muchos productos al suelo, Gran Hermano les hizo devolver toda la compra con excepción de los repelentes, lo que desató una ola de indignación en la Casa.
Esteban se enojó mucho y Gran Hermano lo invitó al confesionario para recordarle las reglas de compra. Si bien las reglas son claras, también es cierto que nunca se aplicaron con tanto rigor. Como también es real que la prueba del bowling parecía imposible de superar.
Soledad y Celeste se pusieron a llorar. La mendocina se puso muy mal porque por ella perdieron la etapa de los dardos y fue ella también quien tiró los productos, lo que la deja en mala situación delante de sus compañeros, que sin embargo se mostraron comprensivos.
La chica, consolada por Sebastián, amenazó con realizar una suerte de boicot al juego: "Hay que hacer huelga, todos sin hacer nada, sin hablar".
Andrea fue todavía más lejos: "Está todo preparado, la prueba estaba hecha para perder", disparó. Lo cierto es que la compra fue horrible y quizás falten comida y cigarrillos. Hay peleas a la vista...
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